Quienes tenemos hijos sabemos que lo único que esperamos es que estén siempre sanos sin complicaciones ni enfermedades, por esto siempre estamos al cuidado de ellos. Sin embargo hay enfermedades que nos cuesta trabajo reconocer oro la sintomatología, ya sea que no presenten o que sea difícilmente reconocible a simple vista. Una de estas enfermedades es la epilepsia más difícil aún es reconocer señales de epilepsia en niños por su carácter inquieto.
Es, por desgracia, más común de lo que pensamos ver a niños afectados por la epilepsia, esta terrible enfermedad que provoca la pérdida de control del cuerpo en quien la padece. Es tan peligrosa como cualquier otra enfermedad, pero es más controlable que algunas otras. Muchas veces la epilepsia en niños es descubierta por cuidadoras de kínder o escuelas en general, ya que son quienes pasan más tiempo al lado de ellos, pero es también importante que los papás estén al tanto y sepan qué tienen que observar.
Los síntomas de la epilepsia van desde una mirada fija, movimientos inusuales del cuerpo como espasmos y cambios en el estado normal de conciencia, sin embargo hay ataques convulsivos y no convulsivos.
Los ataques convulsivos son aquellos que suceden durante las crisis epilepticas, se caracterizan por ocasionar pérdida de conciencia, movimientos incontrolados de las extremidades y otras partes del cuerpo y agitación, mientras que los ataques no convulsivos se caracterizan por ser movimientos repetitivos sin perder la conciencia.
Es precisamente porque existen estos dos tipos de ataques que debemos saber cómo reconocer los síntomas de nuestro hijo para saber si es epilepsia. Los síntomas son los siguientes:
- Repentina falta de atención o concentración.
- Parpadeo rápido e incontrolado.
- Movimientos repetitivos con la cabeza.
- Somnolencia inusual.
- Dolores de estómago repentinos acompañados de confusión y somnolencia.
- Caídas al suelo sin motivo alguno, como tropezones.
- Incapacidad de hablar por instantes.
- En muchos casos los niños que sufren de epilepsia suelen decir que las cosas huelen, saben o son chistosas.
- Movimientos bruscos de las extremidades.
A veces estos síntomas son confundidos con el uso de drogas por los padres, es por esto que deben ser muy observadores ya que un niño que no es diagnosticado a tiempo, puede sufrir de problemas a largo plazo, tales como dificultades de aprendizaje, tienen mayor probabilidad de sufrir otro tipo de ataques y que sus ataques sean cada vez menos controlables
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