Descubrir que quedaste embarazada es una noticia increíble, que a veces llega en momentos inesperados, y otras es un anhelo de varios años; por eso, el cuidado de la salud es más importante que nunca, ya que de ti depende otro pequeño ser. Hoy te contaremos cuáles son las pruebas de laboratorio más importantes a realizar en el primer trimestre, tan pronto como te enteres de tu embarazo. ¡Comencemos!
Confirmar el embarazo
Lo primero que necesitas es realizarte una prueba de embarazo en sangre, tu médico probablemente te la solicite para confirmar que realmente quedaste embarazada, especialmente si solo tienes la sospecha, un retraso de tu menstruación de varios días, o una prueba casera. Esto se debe a que la prueba sanguínea es la más efectiva y permite encontrar la hormona GCH, o gonadotropina coriónica humana, que segrega la placenta desde el inicio de desarrollo del embrión.
También es frecuente que los médicos soliciten un ultrasonido para detectar posibles anomalías o deformaciones congénitas que pongan en riesgo al embrión en caso de que no recibas tratamiento. Además, con el ultrasonido tendrás una estimación de la fecha de parto ya que se mide con precisión el tamaño del embrión, y del feto más adelante, por lo que tendrás que realizártelo varias veces a lo largo de la gestación.
Análisis de gabinete
Una vez confirmado el embarazo, es probable que vuelvas a visitar los laboratorios clinicos para hacerte otros análisis como: tipo de sangre y factor Rh para detectar si se desarrollan anticuerpos peligrosos para el feto; esto en caso de que haya incompatibilidades con el Rh del feto y el de la madre.
También se solicitan análisis básicos como examen de orina, biometría hemática y química sanguínea para prevenir posibles condiciones que pongan en riesgo la salud del embrión y la madre, como infecciones urinarias, diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, anemia, bajo conteo de glóbulos rojos, entre otras.
Si el médico lo considera necesario, puede requerir análisis de sangre para detectar hepatitis B, hepatitis C, VIH y sífilis, o bien, de orina para detectar clamidia y gonorrea.
Otros estudios
En algunos casos, especialmente cuando la mujer embarazada tiene antecedentes de anomalías cromosómicas, o en madres de más de 40 años, el médico puede solicitar que se realice un cribado del primer trimestre para evaluar de forma precoz el riesgo de que el feto tenga riesgos de presentar una anomalía cromosómica como el Síndrome de Down, Síndrome de Edwards o deformaciones congénitas.
Otras pruebas pueden abarcar enfermedades tiroideas, toxoplasmosis, citomegalovirus, tuberculosis, enfermedad Canavan, y otras más.
Si estás embarazada, o crees estarlo, recuerda que es importante acudir con el médico para prevenir posibles riesgos tanto para tu salud como la de tu pequeño.
