PAMAR, una opción educativa para los menores que viven en situaciones de riesgo

El Programa de Atención para Menores en Riesgo PAMAR, perteneciente al DIF siempre ha sido una opción de apoyo educativo para niños de entre 8 y 17 años de edad pues además de  ofrecer atención y educación gratuita, brinda también capacitación en diferentes oficios para que los menores en riesgo que viven situaciones de explotación laboral, carencia de un hogar o falta de recursos económicos puedan continuar con sus estudios e integrarse al mundo laboral.

En el municipio de Gómez Palacio en Torreón, Coahuila  se atiende a más de 181 menores quienes cursan primaria, secundaria, la preparatoria abierta, y además adquieren conocimientos de otras áreas laborales como computación, estilismo, carpintería entre otros oficios. Además cuentan con orientación psicológica y próximamente se añadirá un taller de música.

La coordinadora de PAMAR de Gómez Palacio, Verónica Gutiérrez Varela comentó en entrevista que en los centros PAMAR se recibe a menores de edad en situaciones que se consideran de riesgo por lo que se busca atraer a los niños de 8 a 17 años que se encuentran pidiendo dinero en los cruceros, afuera de las plazas comerciales o de las escuelas o simplemente que se encuentran “vagando” por las calles. Por esta situación, Gutiérrez insta a la ciudadanía a no dar dinero a estos menores pues con esto sólo se consigue que no quieran continuar con sus estudios con tal de ganar dinero en la calle

Según la coordinadora del PAMAR la desintegración familiar, la violencia en casa y la situación económica que se vive en Gómez Palacio han contribuido a que los jóvenes se lancen a la calle y se vuelvan propensos a caer en adicciones. Gutiérrez aconsejó a los padres de familia que platiquen con sus hijos, conozcan a sus amigos y sepan dónde están y los lugares que frecuentan.

Aunque la preocupación constante son los menores en situaciones vulnerables, en los centros PAMAR no se puede recibir a los niños con adicciones al alcohol o a las drogas pues la situación se volvería aún más difícil con los otros menores. Sin embargo, cuando se encuentra un caso de adicción se canaliza para que reciba la atención médica y psicológica que necesita.

En los centros PAMAR es común que los menores dejen de asistir a clases, sobre todo cuando vuelven a las calles a pedir dinero (que muchas veces ocupan para comprar alcohol o drogas), cuando esto ocurre, dos elementos encargados de recorrer las calles del municipio acuden a los lugares que el menor frecuentaba o a su domicilio para conocer la causa de sus faltas a clases, sin embargo atraerlo de nuevo a clases es muy difícil y lo seguirá siendo mientras haya gente que les de dinero en la calle.

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