La violencia es un tema que desgraciadamente se ha vuelto cotidiano en todo el país, es por esto que se llevó a cabo un concurso de dibujo para niños.
Con el objetivo de poder comprender como perciben la violencia, y de paso la corrupción, donde según el organismo “Transparencia internacional”, México ocupa el lugar 89 de la lista de 175 países evaluados, es decir, que se encuentra a la mitad de la lista, aunque a nivel continental se encuentra en el número 21, lo que necesariamente repercute en la percepción de los niños que aprenden esta forma de vivir en sus prácticas cotidianas, por lo que uno de los objetivos principales de este concurso denominado “Adiós a las trampas”, organizado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en ayuda con la Secretaría de la Función Pública es que los niños a través de su libre manera de concebir estos dos fenómenos expresen la preocupación y rechazo que sienten cuando son testigos de un acto que involucre alguna de estas prácticas ya sea en la escuela, el hogar o con los amigos para fomentar el cambio en las nuevas generaciones de manera que dichas prácticas vayan cambiando, sobre todo a través de valores que les enseñen a jugar limpio para que tengan introyectada la honestidad y así sean adultos más responsables. En este concurso participaron 770 mil niños de los cuales fueron premiados 95 dibujos en tres categorías: de 6 a 8 años, de 9 a 11 y de 12 a 15. Es de resaltar que muchos de los participantes confesaron que a pesar de ser testigos de la corrupción y la violencia cotidiana, muchas veces no dicen nada por temor, aunque una estudiante también confesó que eso los vuelve cómplices.
Entre los dibujos más destacados se encuentra el de María Fernanda Rosales de 15 años, quien recibió un premio por su dibujo llamado “¿Qué le pasa a mi país?”, en donde quiso expresar que la corrupción es tan común debido a que la mayoría de las personas les parece más fácil incurrir en actos que carecen de honestidad ya que es un camino más rápido, aunque en su opinión se necesita recuperarla al ser uno de los valores más importantes. Por su parte, Eduardo López también obtuvo un premio con su dibujo llamado “¡Díganle que no a los antivalores!”, en donde plasmó a un policía recibiendo dinero de un ladrón para dejarlo ir hasta que la gente se da cuenta del acto corrupto y le ponen un alto.