A partir de la puesta en vigor la administración federal del actual presidente de México Felipe Calderón, la lucha contra el narcotráfico ha sido la estrategia de seguridad a seguir, lo que ha dejado una ola de violencia sin precedentes y algo que ya se ha llegado a denominar como una “guerra civil”.
En recientes fechas, el gobierno de Estados Unidos ha legalizado la marihuana en algunos estados, por lo que se ha echado a andar una encuesta sobre todo para los jóvenes acerca de su opinión en cuanto a la legalización de las drogas, en la cual se pudo ver que aún existe una serie de prejuicios y tabúes acerca del tema de las drogas, ya que el 68% de los encuestados (en su mayoría de secundaria y bachillerato) en la ciudad de México se pronunciaron en contra de la legalización argumentando que las drogas causan daños cerebrales, además de incidir de manera negativa en el rendimiento escolar.
La llamada “Consulta Juvenil sobre Adicciones en el Distrito Federal” que se realizó por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México en conjunto con el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA) de la ciudad de México, arrojó los siguientes resultados: en secundaria 68% de los estudiantes se proclaman en contra, mientras que el 31% a favor; a nivel medio superior las cifras se comportaron igual. A pesar de que es una muestra de 6 mil alumnos y no refleja la realidad tal cual es, ayuda a acercarse a la manera en la que los mas jóvenes (y en este momento cinturón poblacional a nivel nacional) perciben el problema de las drogas: de estos encuestados, 88% piensan que el uso de drogas puede provocar enfermedades cerebrales y que puede generar adicciones. De la misma manera, el 62% aseguró que las personas que consumen drogas lo hacen porque se sienten deprimidos o porque tienen problemas que piensan que no pueden resolver, por lo que piensan que una de las medidas urgentes para acabar con el problema de las adicciones tiene que ver en primer lugar con tener a su lado personas que estén dispuestos a escucharlos cuando sientan algún tipo de conflicto que
pudiera inducirlos a las drogas, además de cuidado y amor por parte de sus padres, así como información respecto a las consecuencias que puede traer consigo el consumo de sustancias.
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