Ahora que se acerca la temporada de Halloween, los niños comienzan a emocionarse con la idea de los dulces y los disfraces. Por eso, también como papás es buena idea comenzar a pensar qué clase de adornos se pueden poner para las fiestas y también qué clase de regalos se pueden dar a los pequeños.
La mejor opción es optar por adornos de estilo mexicano, ya que desde hace algún tiempo se ha ido perdiendo la costumbre de celebrar el Día de Muertos en favor del más norteamericano Halloween. Lo cierto es que se pueden juntar ambos y hacer una buena combinación de ellos. El papel cortado típico del Día de Muertos, junto con las flores de cempasúchil y las calaveras de azúcar son ideales como motivos para adornar. Tampoco está de más tener una pequeña ofrenda.
En las ofrendas también se suelen colocar velar y vasos o tazas con distintas bebidas, como agua, café o alguna bebida alcohólica del gusto de los difuntos a quienes se pone la ofrenda. Esto no es muy aconsejable si hay niños cerca, sobre todo en una fiesta, ya que los accidente pueden estar a la orden del día. En estos casos, lo mejor es no ponerlos.
La costumbre de regalar dulces en estas fechas también se está poniendo mucho de moda. Pero no basta únicamente con obsequiarlos sino que hace falta regalarlos con algúna cosita que recuerde a la fecha, por lo que se pueden comprar unas bolsas impresas con motivos alusivos a la temporada y allí poner los dulces, ya sea para las fiestas o para los niños que puedan pasar a nuestras casas a pedirlos.
También se suelen dar dulces al final de las fiestas. En esta ocasión, como decimos, se pueden combinar las viejas tradiciones con las nuevas, y regalar calaveritas de azúcar en bolsas de celofan transparente. Sería muy difícil atinarle a todos los nombres de a quienes se les van a regalar, así que en esta ocasión no importará si las calaveras no los llevan en la frente, como se acostumbra.
Los disfraces suelen ser más modernos, y los de vampiros, hombres lobos, etc. son los más comunes, aunque ahora está muy extendida la moda de los zombies, los cuales son fáciles de hacer aunque no se quiera invertir en prostéticos, ya que un poco de maquillaje bien aplicado, sangre falsa y unas cuantas ropas viejas y rotas bastan para hacer el truco.