Cuidar de los niños es una tarea difícil y absorbente, especialmente cuando no se trata de los propios. En este sentido, el trabajo de una niñera envuelve una serie de responsabilidades para las que no todas las personas que ofrecen sus servicios están realmente preparadas. Como padres, contar con la seguridad de que nuestros niños se quedan con la persona adecuada mientras uno se encuentra fuera, tiene una importancia muy especial.
Escoger una niñera para nuestros niños puede tomar algún tiempo y no poca reflexión. Hay que empezar por reducir el número de candidatas mediante el estudio de sus currículos, haciendo a un lado aquellos que no cumplen con nuestras expectativas, o bien, aquellos cuya información parezca incompleta o poco clara. Todas estas características pueden ser indicativas de poca seriedad, desorden u otros rasgos de carácter que no son los más adecuados para hacerse cargo de un pequeño.
El segundo paso es, como en todo proceso de selección de personal, una entrevista personalizada. Durante la misma, podremos darnos cuenta de si el perfil que se muestra en el currículum corresponde con la impresión que nos causa la persona. Esto puede enviarnos una señal de confianza o, por el contrario, alertarnos frente a posibles incongruencias. Se deben hacer las preguntas correctas; la información que se debe buscar (aunque uno ya la conozca por medio del currículum) involucra sus datos personales como dirección, números en los cuales localizarla y disponibilidad; si tiene o no formación académica relacionada con el cuidado o la educación de los niños y qué tanta experiencia práctica tiene al respecto. Recordemos que no es lo mismo cuidar a nuestro propio hermanito o a nuestros primos, que hacerse cargo de los hijos de alguien fuera de la familia.
Otra parte importante de la entrevista es la solicitud de referencias. Hay que pedir los nombres y contactos de todas las personas para las cuales la niñera ha trabajado antes, y no dudar en llamarlos en busca de toda la información que consideremos necesaria para satisfacer nuestras expectativas.
Finalmente, una vez que la entrevista a ha sido positiva y las referencias confirmadas, el último paso en el reclutamiento es ver a la niñera en acción. Se debe permitir que ella pase algo de tiempo con el o los pequeños para ver y medir sus reacciones y su comportamiento en general, claro está, al principio bajo nuestra atenta supervisión. La confianza – y el trabajo – sólo podremos dárselos después de varias experiencias positivas.
