Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Todos los niños pasan por una etapa en la que gustan de meterse todo a la boca; tanto cosas comestibles como cualquier cosa que se encuentran en el piso, en la mesa, en la cama, en el buró, etc., etc., pues la boca es su manera de conocer lo que les rodea. Esta etapa es una de las más complicadas porque es imposible mantener siempre un ojo sobre ellos y si no lo hacemos, pueden terminar atragantándose con algo demasiado grande para sus gargantitas.
Ya sea un juguete, un alimento, una liga para el cabello, la tapa de una botella, etc., puede obstruir la respiración de nuestro bebé y si no actuamos rápidamente las consecuencias pueden ser fatales. No siempre hay tiempo de llamar a una ambulancia y esperar a que lleguen los paramédicos, si no actuamos en el momento, nuestro bebé puede morir, por eso es adecuado saber qué tenemos que hacer y cómo debemos hacerlo.
Primero hay que aprender a identificar que nuestro bebé está atragantado:
- Antes de un año no emite ruidos, tiene ojos espantados y si esperamos mucho tiempo su cara empieza a tornarse azul, principalmente los labios.
- Después de un año se lleva las manos al cuello y hace movimientos muy bruscos y agitados.
¿Cómo actuar?
Si un niño más grande de un año se está ahogando, lo que tenemos que hacer es:
- Colocarse detrás del niño
- Medir una distancia del ombligo hacia arriba con los dedos medio e índice, poner la mano en forma de puño y colocarla justo arriba de la medida.
- Con la otra mano cubrimos el puño que está colocado sobre la panza y hacemos compresiones en el estómago del niño hasta que expulse lo que se había atorado en el tracto.
Si es un bebé:
- Lo tomamos y lo colocamos sobre nuestro antebrazo boca abajo.
- Lo inclinamos para que la cabeza quede más abajo que sus piernas, como en diagonal.
- Damos 5 golpes continuos en la espalda sobre la columna vertebral hasta que expulse el objeto
¿y si no lo expulsa?
Si el bebé no expulsa el objeto después de hacer la maniobra, tenemos que cambiarlo de posición, lo colocamos boca arriba y con dos dedos damos compresiones sobre el esternón, que es justamente entre sus pezones y repetimos los golpes en la espalda, alternando con las compresiones las veces que sea necesario.
No debemos darles nada de tomar ni de comer, mucho menos debemos introducir dedos en la boca, pues podemos incrustar más el objeto haciendo más complicada la maniobra.
Todas estas acciones debe hacerse mientras los servicios de rescate vienen hacia nosotros, no debemos olvidar, ante cualquier emergencia, llamar a los servicios de asistencia y rescate.
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