El tema del aborto, por más que se trate alrededor del mundo en mesas de expertos en salud física y emocional, nunca deja de ser un tema difícil para tratar por muchas personas, más cuando se trata de padres que se enfrentan al aborto de una de sus hijas. Es importante tener en cuenta que para nuestros hijos nuestro apoyo es muy importante, por lo que debemos ser pacientes y estar preparados para reaccionar ante cualquier situación que pueda llegar a presentarse con calma y serenidad.
Uno nunca puede anticipar lo que pasará en la vida de nuestros hijos; por más que queramos no podemos darles nuestras experiencias para que aprendan de ellas, platicar con nuestros hijos acerca de los riesgos del sexo desprotegido es nuestra obligación, ya que no solamente los embarazos se evitan a través de la educación, sino también las enfermedades de transmisión sexual.
Siempre tenemos la opción de ofrecerles a nuestros hijos diferentes métodos anticonceptivos que les ayuden a planear su vida familiar en la medida de lo posible. En el caso de que nuestra hija se encuentre embarazada, antes que nada, mantenga la calma y piense por un momento que ella tiene mucho más miedo que nosotros y se encuentra mucho más desorientada y lo que menos necesita es un regaño o un sermón en el que le enunciemos las maneras en las que se equivocó. Hoy en día las pastillas abortivas ya son una opción al alcance de todos; son una opción segura y menos aterradora que los legrados.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que nuestra hija adolescente necesita acudir a las clínicas a realizarse una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) acompañada de un familiar o tutor, de otra manera no podrá hacerlo sola.
Recordemos nuestra vida de adolescentes: a nosotros también nos gustaba experimentar, a veces llegamos a cometer errores y siempre esperábamos ser cobijados por el poder y sabiduría de nuestros padres, así les pasa a nuestros hijos, ya sean hombres o mujeres, en el caso de un embarazo no deseado, necesitan ayuda y consejos.
Siempre es importante educar a nuestros hijos, perder el miedo a hablar de educación sexual poniendo por delante la premisa de que una buena plática orientadora acerca de la sexualidad puede evitar que lleguemos a la situación de las pastillas abortivas, algo que nos ayudará a evitar una experiencia que puede ser que supere sin problemas, pero que aún así no es necesario que pase por ella.