Pocas cosas serán tan incómodas y frustrantes como que se llegue la hora de alimentar a tu bebé, saberlo por su reclamo y tener prácticamente que desvestirte para poder hacerlo. Por eso, una blusa de lactancia es, en esas circunstancias, el mayor alivio.
Como quizá estés enterada, estas prendas se caracterizan por tener una abertura discreta entre los pliegues de la tela o un escote accesible para amamantar y volver a poner la ropa en su sitio sin problemas.
Pero si además de ofrecer la misma comodidad que una blusa de embarazo, también se puede acoplar a tu estilo personal, bien merece la pena invertir en tener varias, para toda ocasión y en distintos colores.
Seguramente esta idea te parezca tentadora, pero sopeses el hecho de que estas sean prendas que usarás durante un periodo relativamente corto y que además deberás solventar otros gastos con la llegada del bebé. No obstante, también son piezas que volverás a usar si decides volver a embarazarte o que siempre podrás donar a otras mujeres que sin duda apreciarán el detalle.
Por otro lado, si no eres tú quien está embarazada pero asistes como invitada al ‘baby shower’ de una de tus amigas, la opción más práctica, original y distinta para tu obsequio es precisamente una de estas blusas. Sobre todo porque será un regalo que beneficiará a la futura mamá y al bebé.
Sin importar cuál sea el caso, otra ventaja de estas blusas es que puedes adquirirlas fácilmente, no sólo en boutiques especializadas, sino en las sucursales físicas y ‘online’ de las principales tiendas departamentales.
Hasta aquí estarás convencida de su valor práctico, sin embargo, es posible que supongas que, como los zapatos ortopédicos y otras prendas indicadas para condiciones específicas, estas blusas sean toscas y feas en contraparte a sus probadas virtudes. Nada más lejano a la realidad y nada más cercano al prejuicio, pues estas “partes de arriba” pueden resultar ideales para salir, presentarte al trabajo o ir elegantemente vestida a atender un compromiso.
Lo que podemos (y debemos decir al respecto) es que ir a comprar este tipo de prenda no se parecerá en nada a ir en busca de unos nuevos calcetines al súper mercado; la experiencia será similar a visitar tus tiendas favoritas en temporada de rebajas: llevarás seis, no sabrás cuál elegir y acabarás quedándote con dos, pensando en volver a la tienda al día siguiente.