El pasado 4 de noviembre el senado aprobó una ley que prohíbe la venta de alimentos chatarra en las escuelas con el fin de reducir los casos de obesidad y diabetes infantil. La llamada ley antichatarra ha sido motivo de muchas polémicas generadas por los comerciantes que no están dispuestos a sacrificar los ingresos diarios que les genera la venta de estos alimentos.
Sin embargo resulta evidente que la ingestión de alimentos altos en grasa y azúcar pero con bajo nivel nutritivo afecta también el rendimiento escolar de los alumnos. Las encuestas de la OCDE nos revelan que el 31% de los niños mexicanos padecen obesidad. La OMS por otro lado dice que hay 42 millones de menores de cinco años con sobrepeso en el mundo, de los cuales 14 millones de encuentran dispersos en países tercermundistas.
La publicidad que tienen todos estos productos es otro eje fundamental a tomar en cuenta pues el bombardeo publicitario al que se enfrentan los niños diariamente los motiva a presionar a sus padres a que les compren estos productos pues muchos anuncios presentan a niños con actitudes desagradables como berrinches para que se les de lo que quieren.
En el transcurso de los días hemos escuchado muchos comentarios en todos los medio de comunicación en los que se critican las iniciativas del senado sobre la prohibición de comida chatarra dentro de las escuelas pues esta resolución no representa ni el principio del problema pues los alrededores de las escuelas podrán seguir distribuyendo estos alimentos. Destaca además que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda a los gobiernos reducir los mensajes que aparecen en los medios de comunicación con publicidad positiva para estos alimentos nada nutritivos.
Ante toda esta situación debemos observar que el cambio además de las iniciativas del senado debe ser un cambio personal y familiar en la educación alimentaria en la que debemos enseñar a los pequeños a cuidar de su propio cuerpo brindándole alimentos sanos y que le aporten la cantidad necesaria de vitaminas, minerales, carbohidratos y grasa para su crecimiento sano y un mejor rendimiento escolar.
Recordemos que un niño con sobrepeso será un adulto con sobrepeso, obesidad o diabetes y que aumentar nuestro consumo diario de frutas y verduras aumentará nuestra salud y la de nuestros hijos mejorando nuestra calidad de vida.