Cuautitlán Izcalli fue la ganadora del primer lugar, dando a conocer un proyecto de un jardín de niños en el municipio de San José del Rincón en Michoacán, la gente de esta localidad tenía que caminar alrededor de cuatro kilómetros para llegar a una escuela. La fundación Kaluz dio a conocer al ganador el pasado mes de noviembre, el grupo que ganó es parte de la asociación “Corazón Jade de México”, quienes llevaron su proyecto hasta los alrededores de Michoacán en donde observaron que era necesario acercar la escuela a los habitantes de esta región, ya que para llegar a los centros educativos más cercanos había que pasar por tramos complicados y muchas horas de camino.
A esta nueva escuela acuden aproximadamente unos 30 menores entre los tres y seis años de edad. Consta de tres aulas, y tiene como proyecto la producción de alimentos para mejorar la nutrición de sus alumnos. La intención que tiene esta escuela es integrar a las madres de familia para que se encarguen de hortalizas y un gallinero en ese mismo lugar.
Josué Ramírez España, quién es uno de los fundadores de ese lugar, tiene una visión de poder brindar con este servicio, alimento, estancia, educación y cercanía. Explica que pretende que las madres trabajen en la hortaliza así como en los gallineros, con su trabajo producirán huevo y otras cosas para los desayunos de los niños.
El predio para esta escuela fue aportado por la comunidad del Cerrito, los integrantes de Corazón de Jade de México, lograron llegar a los vecinos del lugar para solicitar el lugar y la mano de obra, la asociación civil se encargaría del material de obra y el equipamiento. Toda la construcción duró poco más de siete meses y la inversión alcanzó 180 mil y 200 mil pesos que consiguieron con donativos tanto en efectivo como en especie.
Es así que el 5 de septiembre pasado fue inaugurada. En la escuela trabajan tres maestras que fueron preparadas y becadas por la Conafe, tuvieron que cambiar su residencia para estar más cerca del lugar de trabajo, ocupan ahora una casa de las mamás que habita en el Cerrito. Estas maestras tienen como misión impartir clases de mazahua una vez por semana a los niños, ya que esta escuela quiere poner en alto la tradición, la lengua, y las costumbres de los habitantes de la localidad, para que los alumnos conserven sus raíces y se sientan orgullosos con lo que son; es por esto que cada lunes acuden con su traje típico de su región.
La asociación pretende invertir el dinero que ganaron para la construcción de una escuela primaria ya que próximamente los alumnos que ahora están en el jardín de niños necesitarán un espacio para continuar sus estudios. Otra parte del proyecto es instalar un molino de maíz para que las madres trabajen y consuman de él, con el fin de evitar que tengan que caminar largas distancias dejando a sus hijos para obtener este producto, y con todo esto lograr que esta comunidad comience a tener su propio desarrollo.