La neumonía o como se le conoce popularmente pulmonía, es una enfermedad que hasta hace poco tiempo no era considerada grave; sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada 15 segundos, en algún lugar del mundo, muere un niño menor de 5 años a causa de esta enfermedad y eso la convierte en la primera causa de mortalidad infantil.
Lo alarmante es que una enfermedad con tan alto índice de mortalidad, no ha recibido la atención que debería y por ello, ahora se está promoviendo una iniciativa que presione a los gobiernos de los diferentes países a que destinen un mayor número de recursos para la lucha contra la neumonía. Inclusive, como una de las diversas estrategias que están implementándose, la Coalición Global contra la Neumonía, compuesta por organizaciones como Save the Children y Global Alliance for Vacinnes and Inmunization, lanzó una propuesta para que el 2 de Noviembre sea considerado como el día mundial contra la neumonía, en el intento de que sea un llamado de atención sobre la magnitud del problema.
La idea es que los recursos sean destinados para vacunas y antibióticos, así como para programas de educación para la salud, ya que se ha comprobado que prácticas más saludables reducen el riesgo de contraer la enfermedad, una de dichas prácticas, que además es la más barata de todas es la lactancia materna; de acuerdo con la OMS la leche materna, es un poderoso factor, que empleado durante los primeros 6 meses de vida, ayuda a combatir no sólo la neumonía, sino diversas enfermedades.
Otro punto de llamar la atención, son las diferencias que existen entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, una gran distancia los separa en cuanto a la calidad de los servicios de salud, las medidas para prevenir enfermedades y la capacidad para atenderlas una vez que se han desarrollado. Se calcula que por cada muerte en un menor de 5 años a causa de neumonía en un país del primer mundo, mueren 2,000 en un país en vías de desarrollo. Sobra decir la injusticia que está detrás de dichas cifras, ya que todos los niños tendrían que poder acceder a los servicios necesarios para cuidar de su vida y su salud; atender a este problema nos concierne a todos, desde lo que como padres podamos hacer para prevenir enfermedades en nuestros hijos, hasta participar para que esta enfermedad comience a recibir la atención que merece.