Por: Isabel Gonzalez Tellez
Una de las habilidades más importantes en el ser humano es el lenguaje, ya que nos permite expresar nuestros sentimientos, pedir lo que queremos, etc., sin embargo los bebés desarrollan esta habilidad poco a poco y a su ritmo: algunos pronuncian palabras mucho más rápido, mientras que otros pequeños balbucean durante más tiempo, lo cual es normal, ya que, al igual que dejar el pañal, hablar es algo en lo que los bebés son diferentes. Estimular a nuestro bebé para que comience a hablar es una tarea fácil, que podemos hacer diariamente, sin presionar al pequeño, pues la estimulación temprana les ayuda a adquirir habilidades y conocimientos.
Algunos de los ejercicios que podemos realizar con nuestros bebés son:
- Hablarle, aunque sea muy pequeño. Los bebés y niños pequeños aprenden por imitación, si les hablamos desde pequeños los estimulamos para que lo hagan; repetirles los nombres de objetos, familiares, partes de su cuerpo, etc., les ayudará a conocer el mundo y los estimula a decirlos a su manera.
- Música. Uno de los mejores incentivos para el desarrollo de los sentidos es la música; los expertos recomiendan poner piezas musicales para bebés desde la gestación, además podemos identificar las melodías que más le gustan a nuestros bebés y ponerles canciones infantiles para motivarlos a cantar.
- Palabras sencillas. Enseñarles palabras sencillas y reconocibles como papá, mamá, leche, les ayudará a reconocerlas, asociarlas con objetos o personas y a repetirlas fácilmente.
- Los nombres correctos de los objetos. A muchos papás les hace gracia la forma de pronunciar de sus pequeños, la cual puede ser verdaderamente adorable, sin embargo se recomienda que conozcan los nombres reales de objetos o personas. Por ejemplo perro en vez de «guau-guau». Corregirlos poco a poco y con cariño siempre es lo mejor.
- Atención a sus sonidos. Cuando nos hable, es importante prestarles atención y responderles con palabras sencillas para una mejor comprensión.
- Los bebés que tienen hermanitos mayores suelen aprender a hablar más rápido que los hijos únicos, por lo que también podemos buscar que nuestros pequeños socialicen, ya sea llevándolos por horas a estancias infantiles o visitando a familias o amigos con hijos para que jueguen.
- Paciencia. Las palabras con consonantes dobles o la letra R son mucho más difíciles de pronunciar para nuestros hijos; algunos tardan varios años (hasta el kinder aproximadamente) en pronunciarlas correctamente, por lo que debemos ser pacientes pero constantes en la estimulación.
Enseñarle a hablar al bebé es una de las tareas más hermosas de la paternidad, si bien puede ser difícil, no es imposible; sólo en casos necesarios se requiere de expertos como terapeutas del lenguaje para el tratamiento de anormalidades que impidan a nuestros hijos un correcto desarrollo del lenguaje, por lo que es importante mantenernos atentos de nuestros pequeños y las consultas periódicas con el pediatra.