Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Puede sonar desproporcionado, pero tal vez uno de los trabajos más importantes que existen en el mundo es el de las maestras y encargadas de las guarderías, pues en sus manos está lo más preciado que tienen muchas personas en la vida, que son los hijos. Cientos de miles de personas tienen que recurrir a los servicios de la guardería no porque así lo quieran, sino porque lo necesitan y siempre lo hacen confiando en que los dejan en buenas manos.
Muchas de las cuidadoras que trabajan en guardería están capacitadas para reaccionar en caso de emergencia, pero no siempre es así, pues existen lugares en donde las maestras ignoran qué hacer cuando un niño se atraganta, se cae, se lastima, ataca a otros compañeros, etc., lo que hace el ambiente de las guarderías hostil y muy angustiante para una madre que no tiene más opción que esperar que al regresar por su hijo esté en buen estado físico y emocional.
En Ensenada, Baja California, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia o DIF ha puesto en marcha una capacitación integral que equipará a las cuidadoras con conocimientos como primeros auxilios que pueden salvarle la vida a un niño en caso de atragantarse o sufrir un accidente de cualquier tipo.
Fueron en total 3 cursos que contaron con la participación de 70 personas tanto maestras como auxiliares en guarderías y estancias, haciendo del 2015 uno de los años más productivos en cuanto a capacitación de personal educativo. En Ensenada existen actualmente 104 estancias que ofrecen el servicio de cuidado de niños que van desde lactantes hasta preescolar, haciendo de estos cursos algo fundamental, pues el reglamento para la prestación del servicio de estancias infantiles exige que las cuidadoras estén preparadas no solamente en lo académico, sino en los primeros auxilios.
El Técnico en Urgencias Médicas, Francisco Mora González aseguró que el curso “Primer respondiente en primeros auxilios incluyó temas importantes como manejo de vías aéreas, reanimación cardiopulmonar en el niño, adulto y lactante, control de hemorragias y heridas graves y atención ante facturas y quemaduras, lo que prácticamente cubre el esquema de accidentes más comunes que se presentan en la sala de urgencias.
Gracias a los cursos que han durado 8 horas en total, los asistentes pueden hacer simulaciones con maniquíes y poner en práctica lo aprendido en el curso a través de un examen teórico y práctico.