Escrito por Paola Martinez Mendoza. Psicoanalista.
“No puedes ver la televisión hasta que termines la tarea” vs “En cuanto acabes tu programa te pones a hacer la tarea”. ¿Te suena?
Parecieran dos mensajes a favor de que el hijo elabore su tarea, dos normas que contienen el mismo propósito, por lo que parecería inofensivo que la madre establezca la primera y el padre la segunda. Pero permitámonos imaginar un poco más de esta situación; el hijo en ocasiones puede preferir ver su programa que hacer su tarea y ante la opción que da el padre de dejar la tarea para después buscará convencer a la madre de que le permita ver la televisión, la madre accede a esto sin embargo trajo como consecuencia que el hijo se desvelara o entregara incompleta la tarea.
En otra ocasión el hijo buscó hacer lo mismo y la madre ante las complicaciones que tuvo anteriormente decide no otorgarle el permiso de ver su programa, pero el hijo bien sabe que el papá lo permite por lo que buscará en él la autorización, restándole a mamá autoridad o bien desencadenando un berrinche hasta conseguirlo.
Esta situación es un ejemplo de lo que sucede cuando papá y mamá no coinciden en la forma de educar a los hijos, se da con frecuencia y su manejo no resulta fácil, simplemente porque cada uno recibió una formación distinta, con normas, hábitos y costumbres que varían de una familia a otra, y que implica todo un proceso de adaptación para la trasmisión a nuevas generaciones. Este proceso lleva consigo ciertos conflictos entre la pareja, dado que implica ceder en ciertos aspectos de nuestra personalidad y de nuestro estilo de vida, por lo mismo se vuelve con facilidad un tema que no se trata o que evadimos, lo que desencadena muchas veces en mensajes contradictorios.
¿Cómo se ve afectado el hijo por esta comunicación? Al ser receptor de dobles mensajes se va gestando un sentimiento profundo de desconcierto y ambigüedad. No se tiene suficiente certeza de lo permitido y lo prohibido, así como las consecuencias ante una y otra cosa. Dicha confusión puede manifestarse en un comportamiento ansioso, impulsivo, o por el contrario, tímido e inhibido, que al paso del tiempo empobrece su autoestima.
Así mismo, esto tiene como consecuencia que el niño utilice estos dobles mensajes para actuar a conveniencia de cada situación, es una especie de manipulación donde se ponen en juego sentimientos vulnerables de los padres; por ejemplo cuando la madre cede ante la petición del hijo de permitirle ver su programa para no sentirse culpable, mala o exagerada.
¿Qué se puede hacer? Es importante hablar de la ideología, creencias, hábitos y costumbres que cada uno tiene a partir de su historia, por ejemplo si acostumbran rezar antes de la comida, cómo les gusta celebrar los cumpleaños, cómo acostumbran gastar su dinero, qué actividades disfrutan en fin de semana, etc., así como hablar de las expectativas que tienen frente a los hijos, qué esperan sobre el desempeño de ellos en la escuela, cómo desearían que sus hijos pasen el tiempo libre, cómo esperan que sean sus relaciones, entre otros temas. Esto permite a la pareja crear un ambiente íntimo en el que se de un conocimiento profundo de ambos, ofrece la oportunidad de negociar y llegar a ciertos acuerdos que den armonía al ambiente familiar, promueve el sentimiento de pertenencia, etc. El abrir estos canales de comunicación es una tarea constante que requiere ser revalorada conforme los hijos crecen, ya que los retos cambian de acuerdo a las etapas, pero en la medida que los fundamentos familiares sean sólidos más no rígidos, los padres tendrán mayor certeza de qué hacer ante cada reto que se imponga.
Para concluir, recordemos que al dar una estructura clara y congruente a la familia favorecemos el desarrollo óptimo de los hijos, en la medida que logramos mantenerla los hijos la internalizan y se apropian de ella, siendo cada vez menos necesaria su imposición. Esto les ofrece un mayor autocontrol de los impulsos, por ejemplo que el hijo logre organizar sus esfuerzos para que cumpla con su tarea sin necesidad de que se pierda sus programas favoritos.
