Cuando una mujer se embaraza, lo primero en lo que piensa es en el sexo del bebé, ¿Será niño o niña?, la respuesta de esta pregunta a veces parece no muy importante en la vida de la mujer, pues una madre ama a sus hijos sin importar el sexo, pero en torno a ella empiezan las preguntas como de qué color pintar el cuarto, de qué color comprar la ropita y los accesorios etc. Así es por la tradición que existe en las sociedades de vestir a los niños de azul y a los vestidos para niña de color rosa, pero ¿Qué tan bueno puede ser vestir siempre a nuestras niñas de rosa?
Las niñas suelen ser muy femeninas y tiernas, cuando se les lleva a los centros comerciales les atrae la ropa de niña y definen sus gustos y preferencias desde muy pequeñas, sin embargo, la preferencia por el color rosa casi siempre es inculcada por la familia más que por las mismas pequeñas.
Para algunas personas podría parecer un tema sin importancia más allá de que se viera bonita y “femenina”, algo que de ninguna manera podría dañar la forma en la que la niña se ve y se comprende a sí misma dentro del mundo que la rodea, sin embargo mucho hay detrás de esta necesidad de vestir a las niñas de rosa que no sabemos del todo.
A decir de la psicóloga Susana Saenz, muchas de las niñas que son vestidas de rosa todo el tiempo, se ven reducidas a sí mismas, de manera inconsciente, a tareas o actividades que están señaladas únicamente para niñas, como el ballet, para poner el ejemplo más clásico. En los años 60 y 70, los colores fueron utilizados para marcar de una manera no muy evidente los espacios que las mujeres podían utilizar.
Se cree que el color rosa hace que las niñas se perciban a sí mismas como seres más frágiles que deben estar en lugares en donde no corran el riesgo aparente de lastimarse, o “ensuciarse” ya que cualquier mancha, raspón o caída sería demasiado evidente, haciendo que la ropa de niña se vea sucia y desaliñada. Por otro lado, las niñas más libres de elección de colores, pueden vestirse no solamente de celeste, sino de verde, rojo, negro, morado, etc.
Hoy se recomienda dejar atrás los viejos esquemas y dejar que las niñas tengan la oportunidad de escoger el color de la ropa que quieren utilizar sin que se les tilde de no femenina, pueden utilizar pantalones rosas, así como hay vestidos para niña azules; que sepan que pueden utilizar lo que quieran mientras estas le acomoden y no la hagan sentir incapaz de llevar a cabo alguna tarea por miedo a ensuciarse o romper su ropa.