La escuela nunca ha sido una actividad muy querida por la infancia de todas las generaciones, son solo unos pocos los niños que disfrutan el regresar a clases, ya sea para encontrarse con sus amigos de nuevo o en raros casos para seguir aprendiendo.
Estos pequeños afortunados que disfrutan de la escuela y sus clases se evitan muchos problemas y molestias que los niños en búsqueda de las eternas vacaciones sufren. Si bien es cierto que la escuela tiene resultado provechoso en la mayoría de los niños, también es un hecho que el regreso a clases provoca estrés infantil.
Y no sólo el infantil, el regreso a clases significa un reacomodo en la vida de padres, madres, maestros, niños, empleados, empresas, restaurantes, etc., todo se ve afectado por la gran población de niños que regresan a las aulas para aprender algo nuevo todos los días. El porqué de los altos niveles de estrés registrados en los niños que están por regresar a clases puede esconderse en diferentes factores, muchos sufren de bullying, por lo que regresar a la escuela significa regresar a las manos de sus verdugos, mientras que a otros los problemas de aprendizaje los acompañan como sombra al recinto escolar.
Antes se pensaba que los síntomas que presentan algunos niños antes de regresar a la escuela eran mañas para evadir la responsabilidad; hoy se sabe que ellos también entran en situaciones de estrés. Los síntomas del estrés de regreso a clases son:
- Dolores de cabeza y estómago
- Aferramiento a los padres
- Irritabilidad
- Tristeza o decaimiento
Como lo mencionamos anteriormente, las razones de este estrés pueden ser muy diversas, a muchos les afectan los cambios de horario, a muchos otros la separación con los padres, a otros los presiona mucho el miedo de no cumplir con las expectativas familiares, a los que van a cambiar de escuela les da miedo la escuela nueva y la aceptación social.
Como padres nosotros podemos ayudarles a nuestros hijos a sobrellevar el regreso a clases por medio de diferentes acciones tales como establecer horarios para los baños, las comidas, la hora de dormir y otras actividades unos días antes de regresar a clases, escuchar los temores de nuestros hijos ante el nuevo ciclo escolar, invitar a algunos de sus compañeros a casa para que vayan aclimatándose, que nos ayude en la compra de sus útiles y demás compras escolares, marcar en un calendario los días que faltan para regresar a clases y principalmente estar siempre atentos a lo que pasa con nuestros hijos y animarlos a confiar en nosotros.