Si a su pequeño le duele el estómago después de tomar o comer productos lácteos, tiene diarrea, gases, náuseas o distención abdominal, es probable que se trate de intolerancia a la lactosa. A continuación hablaremos sobre la intolerancia a la lactosa en niños.
La intolerancia a la lactosa se presenta cuando el intestino delgado no puede digerir la lactosa, tipo de azúcar que se encuentra en la leche y sus derivados. La razón de la intolerancia a la lactosa es que el intestino delgado no produce la cantidad suficiente de enzima lactasa, esta enzima se encarga de absorber los alimentos lácteos.
La deficiencia de lactasa suele ser más común en los bebés prematuros, los niños que nacen a término, generalmente no muestran síntomas de intolerancia a la lactosa hasta que tienen por lo menos tres años de edad ya que el cuerpo del bebé produce lactasa para poder digerir la leche, incluida la materna, de modo que a partir del primer año de edad su intestino maduró lo suficiente para comenzar a ingerir lácteos poco a poco.
La intolerancia a la lactosa puede ser causada por una cirugía del intestino, infecciones intestinales a raíz de virus, bacterias o parásitos, esto es más frecuente en niños que tienen mascotas y no se lavan las manos después de jugar con ellas. Del mismo modo, la intolerancia a la lactosa es muy común en niños con enfermedades intestinales como el esprúe celiaco.
Intolerancia a la lactosa en los niños del mundo
La intolerancia a la lactosa no es un padecimiento peligroso y es muy común en los adultos. En Estados Unidos, aproximadamente 30 millones de adultos padecen intolerancia a algunos lácteos a la edad de 20 años. En las personas de raza blanca, la intolerancia a la lactosa afecta a los niños mayores de cinco años mientras que en los niños de raza negra se presenta desde los dos años de edad.
La intolerancia a la lactosa es un padecimiento normal entre los adultos de origen étnico asiático, africano y nativo americano pues en estos lugares no se acostumbraba el consumo de alimentos lácteos hasta que fueron llevados por los comerciantes europeos, en estos países no es común presentar intolerancia a la lactosa.
Síntomas de intolerancia a la lactosa
·Distensión abdominal (inflamación del abdomen)
·Cólicos abdominales
·Diarrea
·Náuseas
·Flatulencia
Estos síntomas suelen presentarse de 30 minutos a dos horas después de haber ingerido productos lácteos y se alivian no comiendo ni bebiendo estos productos pues los síntomas pueden empeorar poco a poco.
Diagnóstico de intolerancia a la lactosa
Es necesario realizar una serie de exámenes clínicos para diagnosticar intolerancia a la lactosa ya que otros problemas intestinales pueden causar síntomas similares, por ejemplo, el síndrome del intestino irritable. Las pruebas que se utilizan son:
·Prueba de aliento para lactosa-hidrógeno
·Prueba de tolerancia a la lactosa
·Análisis de PH de las heces
Tratamiento
Las personas con niveles bajos de lactasa pueden tomar de 2 a 4 onzas de leche (media taza) una vez al día sin manifestar síntomas, pero una porción mayor puede causar síntomas que pueden ser muy molestos para el niño.
El tratamiento para la intolerancia a la lactosa incluye la ingesta de alimentos fáciles de digerir como:
·Mantequilla y quesos de leche
·Productos lácteos fermentados como el yogurt
·Leche de cabra
·Helados, malteadas y quesos curados o duros
·Productos lácteos deslactosados
·Fórmulas a base de soya para bebés menores de dos años
·Leche de soya o de arroz para los niños pequeños
El médico puede agregar enzimas de lactasa a la leche normal o ingerirlas en cápsulas o tabletas masticables para obtener una mejor tolerancia.
No obtener lácteos en la alimentación diaria puede conllevar a una carencia de calcio, vitamina D, riboflavina y proteínas. Para compensar esta carencia es probable que tenga que aumentar a la dieta del pequeño alimentos con mucho calcio como verduras de hojas verdes, ostras, sardinas, salmón, camarones, brócoli y jugo de naranja.