Resolver los retos en materia ambiental que enfrenta la sociedad en el presente debe ser una tarea en la que estén involucrados todos los sectores de la sociedad: sociedad civil, gobiernos y empresas, pero también es responsabilidad de todos ellos crear conciencia en las generaciones futuras sobre el uso racional de los recursos naturales y el cuidado de su entorno.
Por este motivo, el Instituto de Ecología y Media Ambiente de Zacatecas (IEMAZ) ha puesto en marcha talleres para niños de educación preescolar en los que se procura educar en este sentido a los niños más pequeños, con el fin de que conozcan más acerca de este tema pero, sobre todo, para que desarrollen desde la infancia un sentido de responabilidad hacia su comunidad y el medio ambiente.
De acuerdo con el director de IEMAZ, Julio César Nava de la Riva, enseñarles a los niños el cuidado y el respeto por la naturaleza fomentará en ellos más adelante el deseo de participar activamente en las acciones que día a día contribuyan a mejorar la calidad de vida de todos los miembros de su comunidad. Asimismo, es una medida de prevención dirigida a que comprendan los riesgos relacionados con el mal uso de los recursos naturales.
El funcionario señala que la base de la educación impartida en los talleres son las llamadas “cuatro erres”: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. Estos cuatro principios fáciles de recordar, son los cimientos de una cultura basada en el respeto al medio ambiente y el aprovechamiento adecuado del agua como elemento indispensable para la vida.
También se les explica a los niños la relación entre los seres humanos y el ecosistema; las planta y los árboles son seres vivos, gracias a los cuales es posible contar con la renovación de oxígeno necesario para la subsistencia de todas las especies, así como la manera en que los seres humanos se relacionan con ellos. Al final del curso, los pequeños aprenden técnicas básicas de reforestación y plantan un árbol.
Una parte importante de los talleres es que los niños llevan a casa la información que en ellos se les imparte, al igual que el sentimiento de participación. En consecuencia, ellos inculcan en sus familias los principios de la ecología sostenible y procuran que no se desperdicie el agua o la luz.
Esta vez, son los más pequeños de la casa los encargados de reeducar a sus mayores en los valores de respeto a la vida y el cuidado al medio ambiente.