El asma es una enfermedad de tipo respiratorio e inflamatorio caracterizada por una híper-excitabilidad bronquial o híper-actividad bronquial que se desencadena por agentes alérgenos ambientales o por infecciones virales. El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes en los adultos mayores.
Se ha descubierto que el factor más importante que desencadena los ataques de asma es el polvo de la casa que se compone principalmente de ácaros. Estos dermatofogaides (que comen piel) dejan sus desechos en camas, almohadas, ropa de cama, etc., que produce irritaciones en la zona respiratoria provocando tos, inflamación, broncoespasmos, flemas, estos síntomas suelen venir acompañados por silbidos de pecho.
Las mascotas pueden desencadenar ataques de asma, principalmente los gatos. Es necesario evitar que los gatos suban a las camas pues la caspa que suelta su pelaje produce alergias inflamatorias, al igual que el humo del cigarro, los olores de pintura, ceras, etc.
Aunque existen varios tipos de asma el tratamiento es similar en cada variación. Por ejemplo, el asma infantil y juvenil (en menores de 30 años) es frecuentemente de origen alérgico; cuando se revisa la historia clínica del paciente se verifican los antecedentes familiares, tíos, hermanos, abuelos, o algún otro familiar cercano. Si el paciente no tiene asma probablemente padezca algún tipo de alergia como urticaria, dermatitis alérgica o alergias alimentarias.
El asma tardía, que comienza después de los 40 años a veces no encuentra atopía o historias de alergias. En el caso de los adultos mayores se trata de un asma intrínseca, que no solo se debe a factores externos sino a fenómenos inmunológicos que se producen en el proceso inflamatorio bronquial.
El tratamiento más común para el asma consiste en dos medicinas de diferentes modalidades e intensidades: broncodilatadores y corticoides. Los primeros pueden ser inflamatorios, inhaladores o nebulizadores. Los corticoides también se presentan como inhaladores, son recomendados en casos de asma leve o por vía oral o endovenosa en casos más severos.
Muchas personas creen que los inhaladores producen farmacodependencia, lo que es totalmente falso. También hay personas que creen que el asma es curable, pero esta idea también es falsa: el asma es una enfermedad crónica incurable, pero puede controlarse.
En el 80% de los niños asmáticos el asma desaparece en la adolescencia por factores hormonales, pero cuando aparece después de los 20 o 30 años el 50% de los pacientes vuelven a padecer asma.
Hay que tener en cuenta que en la casa es donde suele aparecer los factores desencadenantes del asma, por lo que hay que tratar de controlar la presencia de alérgenos principalmente en el dormitorio.