Ahora que se acercan las vacaciones largas de verano, vale la pena tomarse un momento para pensar en qué hacer con los niños metidos en casa. No se trata de encargárselos a la niñera electrónica, desde luego, ni de forzarlos a acudir a cursos de verano que la mayoría de las veces no cubren las expectativas de los niños de los propios padres.
Por el contrario, es posible realizar actividades de las que puedan participar los niños en un espacio familiar y de las cuales ellos puedan sacar algún provecho más allá de pasar el tiempo libre. Una opción para estos meses veraniegos es organizar talleres de diverso género para los niños.
Una primera opción puede ser planificar una obra de teatro en la que puedan participar los niños con sus amigos y los primos que no salen de vacaciones fuera de la ciudad. No tiene porque ser una producción de altos vuelos. Todo lo que se puede necesitar para montar una pequeña obra puede encontrarse entre los closets de casi cualquier casa, si se busca con cuidado.
Una posible variante es la de organizar un taller de cuentos o de pequeños guiones cinematográficos. Es impresionante ver lo detalladas y completas que pueden llegar a ser las historias inventadas por los pequeños si cuentan con la guía adecuada. En el caso de los cuentos, incluso se pueden preparar versiones ilustradas en las que los propios niños hagan los dibujos.
Otra posibilidad es preparar un taller de manualidades. Las posibilidades para realizar figuras con cualquier tipo de materiales son inmensas: existen formas de alambre, de cartón, de papel maché, de estambre y muchos otros materiales más. En este caso como en el anterior, no hace falta realizar mucho gasto ya que la mayoría de los materiales ya se encuentran en casa.
Es importante recordad que cuando los niños trabajan con pegamento, tijeras y otros materiales que puedan llegar a provocarles algún daño se debe ser sumamente cuidadoso y no descuidarlos, pero sobre todo hay que mostrarles la forma correcta de utilizar las herramientas, no dejar que lo descubran por si mismos.
Una posibilidad más es organizar excursiones y paseos a lugares dentro de la ciudad o cercanos a ella. El zoológico es una de las opciones más evidentes pero también hay muchos museos que cuentan con programas especiales para niños, especialmente en esta temporada vacacional. También los parques y las reservas naturales ofrecen una amplia gama de posibilidades para que los niños no se queden y se aburran en casa.
